No es un secreto que no solo basta nuestra capacidad intelectual, es necesario desarrollar nuestra habilidad de aprendizaje. Las técnicas de estudio buscan potenciar la capacidad de retener la información aprendida y aplicarla en el ámbito cotidiano.

Técnicas de estudio

Algunas de las más prácticas y fáciles de usar son las siguientes:

– Crear apuntes propios: es hacer un resumen de los puntos más importantes que se hayan analizado, tomando en cuenta los conceptos clave. Puede valerse de los medios comunes como lápiz y papel, o irse a lo moderno y usar algún dispositivo electrónico.

 Subrayar: muy usada en los planteles escolares, busca que el cerebro recuerde las partes más significativas de lo que se analizó. El uso de colores diferentes acciona el cerebro para reorganizar las ideas. Lo recomendado es primero leer una o dos veces, subrayar y luego estudiar. Es práctico y sencillo.

– Fichas de estudio: son muy eficientes para datos específicos, vocabulario y datos numéricos. Facilita su memorización y muy útiles para almacenar información de fácil consulta.

– Organización del estudio: usando un calendario, definimos cuánto tiempo dedicaremos a cada materia. Se dividen las actividades según la prioridad y la necesidad del estudiante. Así se aprovecha mejor el tiempo.

– Casos prácticos: ayudan comprender la teoría de manera más fácil y asimilarla en forma más clara y sencilla. Asignaturas como las matemáticas, la física o la química, son más fáciles de recordar si realizas ejercicios aplicados a la vida diaria.

– Medios visuales: algunos alumnos usan mucho el sistema visual como método de aprendizaje porque los dibujos y las imágenes del tema ayudan a recordar los puntos importantes.

– Leer en voz alta: practicar la lectura en voz alta es un excelente ejercicio mental que hace que lo se lee se entienda y retenga con más facilidad. Además, mejora la pronunciación y aumenta el vocabulario.

– Mapa mental: el alumno compacta sus ideas y las convierte en una imagen que le permitirá explicar en sus palabras lo aprendido.

– Organización de materiales de estudio: libretas con apuntes, fotocopias y hojas sueltas clasificadas permiten tener a la mano toda la información recopilada durante el proceso de estudio.

– Cuadros comparativos: es ideal cuando hay temas o conceptos parecidos, resaltando las características de cada uno.

– Repetición oral: consiste en repetir lo que se escribe en varias ocasiones para retener información.

– Grabación del contenido: grabar en audio o video para, a través de la repetición, recordar lo aprendido. Es una buena técnica cuando es necesario memorizar datos.

Cuente con un profesor de Tutor Doctor para que ayude a su hijo a desarrollar cada una de las técnicas de estudio y despierte le el deseo de aprender. Si desea información de clases particulares lo invitamos a Contáctenos.